La ley del martillo de oro

Durante una prueba para medir aptitudes los participantes recibían tres jarras de agua con diferentes capacidades: A con 21 unidades, B con 127 unidades y C con 3 unidades. La prueba pedia aislar y medir exactamente 100 unidades.

Encontraron rápidamente la solución. 100 unidades= B-(A+2C) o 127-(21+2x3).

Los mismos participantes recibieron luego tres nuevas jarras: A con 18 unidades, B con 48 unidades y C 4 unidades. Esta ves debían aislar y medir rápidamente 22 unidades.

Sin dudar, repitieron la fórmula anterior y fracasaron.

Sin embargo, un nuevo grupo de participantes sin la primera experiencia, encontró rápidamente la solución: A+C.

Herramientas conocidas, nuevos problemas

Maslow definió esta actitud como Ley del Martillo de Oro.

"Si la única herramienta que tenemos es un martillo, es tentador ver cada problema como un clavo".

El martillo de oro es un sesgo cognitivo al que debemos estar atentos. Tendemos a resolver un problema o situación con la herramienta que nos resulta más cómoda, la que nos es familiar, la que dominamos y en la que confiamos.

Para aumentar los números de venta la gerencia decide contratar más ejecutivos, cuando posiblemente la solución sea impulsar el comercio electrónico o la implementación de sistemas aumenten la eficiencia del equipo comercial como el ERP RunFlow.

Para mejorar el flujo de producción, se toma la decisión de compra de máquinas y/o contratación de operadores cuando posiblemente la solución esté en la implementación de sistemas de automatización de tareas como Caldera Visual RIP y sistema gestión de producción como RunFlow.

Un martillo no es la mejor herramienta cuando lo que hace falta es un alicate.

Yo mismo tardé 45 minutos pintando un martillo de amarillo en el computador para la imagen de este artículo, cuando seguramente podría haberlo resuelto de mejor manera con Photoshop.

"Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no puedan leer y escribir,sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y volver a aprender."

— Alvin Toffler —

Tenemos que estar abiertos a que hay otras opciones

Nuestra probada experiencia pasada no siempre es la más apta para afrontar nuevas situaciones. Cuando nos quedamos atados a una misma herramienta o modo de hacer las cosas, no podemos considerar otras opciones.

Muchas veces nos aferramos a nuestro martillo preferido: un estilo de liderazgo que hoy puede ser anticuado, o una habilidad que tenemos probada, pero que requiere ser reemplazada por otra.

El mundo nunca se detiene y las cosas cambian. Cada día resulta más difícil seguir haciendo las cosas de la misma manera.

En Smart Graphics estamos listos para mostrarte herramientas que puedan solucionar tus problemas de la mejor manera.